27 octubre 2008

Abatidas a tiros 35 personas en el área
metropolitana en menos de 72 horas

Porque los puntos de control policial siguen sin brindar protección integral a la comunidad, desde la mañana del viernes pasado hasta la mañana de ayer domingo 26 de octubre, las pandillas hamponiles y los gatillos alegres que aterrorizan a los ciudadanos comunes, ultimaron a 35 personas en el área metropolitana, además de un oficial de la policía quien fue abatido en el estado Vargas.


Mauro Villahermosa, hermano de un mototaxista asesinado en el barrio José Félix Ribas de Petare, alcanzó a decir a las puertas de la morgue, mientras esperaba el cadáver: “vivimos en inseguridad total. A cualquiera le pueden matar un pariente si no anda con cuidado en el área metropolitana. La muerte puede visitar cualquier hogar cuando menos es esperada. Hay que andar con mucho cuidado para poder llegar ileso a casa”.

El comentario general de los caraqueños, es que todos los ciudadanos están amenazados de muerte mientras circulen por la capital. Hay mucha gente armada dispuesta a disparar sin contemplación. Los cuadros policiales organizan puntos de control hacia la parte plana de Caracas. Los policías nunca suben los cerros. Los vecinos viven bajo un clima de terror.

En los barrios “nadie ve, nadie escucha”. La gente humilde, la que sale todos los días a ganarse el pan, teme por su vida, por la integridad de sus parientes cercanos. Si escuchan disparos se ocultan en los rincones, rezan por quienes no han llegado a dormir; si están en la calle corren para salvarse de las balas asesinas.

Hasta los policías le temen a las pandillas. Las víctimas más recientes del hampa fueron el inspector de la Policía del estado Vargas, José Fidel Monasterios, quien fue abatido por un pistolero en Montesano como narramos en nota aparte, igual que Francisco Javier Villahermosa, y otros vecinos pobres residenciados en barrios caraqueños.

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