"No hemos cancelado ningún proyecto", aseguró el presidente de Petróleos de Venezuela, Rafael Ramírez, al ser consultado en torno a la viabilidad de abrir nuevas licitaciones en torno a la crisis.
La teoría de Ramírez es que si se detienen los proyectos en estos momentos, en un futuro no muy lejano se generarán situaciones difíciles que irán en detrimento del mercado. "Los países productores tenemos que seguir con nuestros planes de desarrollo a pesar de esta coyuntura de precios, porque si los países suspenden planes, dentro de cinco años van a existir cuellos de botella, y no va a haber suficiente capacidad de producción y de refinación, por esto Venezuela mantiene sus proyectos en actividad".
El también titular de Energía y Minas comentó que la empresa estatal ha hecho una revisión de sus economías, y en este sentido prioriza aquellos proyectos que más aporten volumen para cumplir con las metas de producción establecidas en el plan Siembra Petrolera.
BAJOS COSTOS
El titular de Pdvsa, Rafael Ramírez, anunció ayer la apertura de la selección de socios para el desarrollo de cuatro áreas del bloque Carabobo de la faja petrolífera del Orinoco, cuyas reservas ya están probadas y certificadas, de acuerdo con el cronograma del proyecto "Magna Reserva". Este bloque en conjunto debería llegar a producir unos 800.000 barriles hacia 2015.
Se estima además la construcción de dos mejoradores que convertirán el crudo extrapesado (8,5 grados API) en crudo mediano de unos 32 grados API, inversión que deberá ser acometida por los socios de Pdvsa que tendrán en sus manos 40% de la empresa mixta.
Ramírez calcula que un mejorador de 240.000 barriles diarios podría estar en el orden de 6.000 millones de dólares El titular de Energía y Petróleo advierte que este proyecto de la faja es atractivo, toda vez que será de rápido desarrollo y de bajos costos de producción. Comenta que la extracción de crudo gira en torno a 1,5 dólares el barril, mientras que el paso por el mejorador le imprime como máximo 2,5 dólares adicionales, por lo que al final se ubicaría en unos cuatro dólares -en el peor de los casos-, según aseveró.
Inclusive indica que todos estos desembolsos podrían reducirse, pues al retroceder los precios del petróleo, disminuye el del acero, porque se contraen los pedidos de tuberías, de equipos, entre otros insumos que requiere el sector.
Para el titular de Pdvsa el interés demostrado por las empresas ha sido importante, al punto que informó que 47 compañías tanto privadas como estatales han mostrado buena disposición para el proyecto. Los criterios para la selección de los socios se basarán en el monto de un bono pagadero a la República Bolivariana de Venezuela, una propuesta de financiamiento de la empresa mixta, y muy importante para Ramírez, un planteamiento de comercialización que determine el destino del crudo.
Sobre este último factor el ministro del despacho energético indicó que esto será de particular relevancia dado que Pdvsa decidió que el crudo que se procesará en estos bloques no entrará a negociarse en el mercado "spot", en función de eliminar la especulación típica que se genera alrededor de este commodity.
Entre las bondades se estima hacia 2011 una producción temprana de 400.000 barriles diarios entre los cuatro bloques.
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