"Este es un acto político (...) están con Dios o con el diablo", aclaró y advirtió el presidente Hugo Chávez al empresariado zuliano, al presentarles su "formula política" y exigirles que la elijan el próximo 23 de noviembre, todo esto a través de la pantalla de Venezolana de Televidión (VTV).
"Si no gano aquí estaré obligado a revisar las relaciones con el Zulia", soltó el mandatario, para luego ante unas caras perplejas que mostraba la televisora estatal, enumerar sus denuncias en contra del gobernador de la entidad, Manuel Rosales, a quien se refería como "capo, mafioso, don Corleone".
"Yo estoy decidido a meter preso a Manuel Rosales. Estoy decidido. ¡Ya está bueno! ¡Ya basta! ¡Es que lo voy a meter preso a Manuel Rosales! Va a terminar preso. Sépalo el Zulia y Venezuela porque una calaña como esa tiene que estar en prisión, no gobernando (...) ni una familia, porque vaya qué daño les hace a sus hijos. No puedes estar suelto. Quiero que ustedes lo sepan, él (Rosales) está tratando de matarme. Yo no lo voy a matar, yo no mato ni a una cucaracha. Pero sí soy jefe de Estado. ¡Ya está bueno¡", subrayó Chávez, desde el centro de arte Lía Bermúdez, en Maracaibo (Zulia).
"Hago un llamado público a la fiscal general (Luisa Ortega), al Tribunal Supremo de Justicia (Luisa Estella Morales) (...) a que actúen. Aquí hay denuncias, 11 fincas tienen su nombre, viviendas, quintas, movimientos de capitales, testaferros, mafias viviendo aquí, mafiosos viviendo acá en el Zulia, venezolanos y colombianos, con arsenales de guerra, narcotráfico. Hay bastantes elementos para trabajar, pero yo me pongo al frente de la operación y esa operación se llama: Manuel Rosales, vas preso", insistió el Presidente.
El jefe de Estado aclaró que su advertencia la cumplirá "en el marco de la Constitución y la ley" e "independiente de los resultados del 23 de noviembre".
El tono de advertencia lo bajó para pedir a los presentes "salvar al Zulia (...) por sus hijos, por lo más noble que tengan por dentro, por la Chinita, por la zulianidad, por Rafael Urdaneta".
En varios momentos de su discurso cambió el tono para pedir, exigir y rogar llevar a Gian Carlo Di Martino, actual alcalde de Maracaibo, a la Gobernación, así como votar por los aspirantes a las alcaldías zulianas, encabezados por Henry Ramírez a la de Maracaibo.
Chávez prometió al Zulia recursos adicionales para proyectos especiales, vivienda y vialidad y hasta un banco de desarrollo, pero sólo si Di Martino resulta ganador. "Con Rosales no me pidan nada especial", reiteró, al prometer pasar "días enteros a trabajar" en la entidad si "barren a Rosales". Al candidato opositor Pablo Pérez lo llamó "Pablo Bernardo Carlos Andrés Pérez. Son caimanes del mismo pozo. Él va a hacer lo que le mande don Corleone".
En sus casi 4 horas de discurso, Chávez mencionó a su otrora aliado y mentor Luis Miquilena y al "otro mafioso", el empresario Tobías Carrero, a quien acusó de hacer negocio con Rosales "y adueñarse de casi todas las empresas de seguros". "A esos caballeros les digo lo que dijo Pedro Zaraza, antes de la Batalla de Urica: "O se rompe la Zaraza o se acaba la bovera". A las pocas horas estaba sin vida José Tomás Boves y fue Pedro Zaraza quien lo tumbó de un lanzazo del caballo. No podemos seguir aceptando que en nuestras narices unos capos sigan haciendo jugosos negocios", dijo.
Chávez insistió en su tesis de que la oposición prepara un plan llamado "la verdadera crisis", el cual consiste en ganar varias gobernaciones y alcaldías para desde allí "arremeter contra el Estado central para llevarnos por la violencia y hacer ingobernable al país".
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