La medida de cierre mantiene incomunicada a las poblaciones de Guasipati y Tumeremo, y las personas deben hacer su traslado caminando, pues no existe paso vehicular, por lo que deben realizar trasbordo a varios kilómetros después de cruzar el puente de El Callao.
Mineros molestos
Aunque en el lugar del cierre se mantiene un importante número de funcionarios de la Guardia Nacional y de la Policía del Estado Bolívar, el grupo de manifestantes reiteró que están dispuestos a no moverse del lugar mientras no se les pague el dinero correspondiente a sus antiguas excavaciones de donde fueron sacados. La nueva ley que prohíbe la práctica de minería artesanal en el territorio nacional, mantiene en constante incertidumbre a los pequeños trabajadores del oro, que exigen que se les paguen sus indemnizaciones o por lo menos les permitan trabajar.
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