A través de una dinámica comunitaria y participativa coordinada por el Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología se implementará de forma experimental el “Proyecto de recuperación de áreas degradadas por la actividad minera en la cuenca del río Caroní” en aras de responder a la necesidad de integrar la diversidad y dispersión de experiencias. El proyecto responde a la instrumentación de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América y del Convenio Cuba Venezuela y es llevado a cabo por Fundacite Bolívar. Para ello fue incluida experiencia de profesionales cuyos fundamentos científicos, sean capaces de adecuarse a las particularidades geo-ecológicas de las áreas degradadas en las que se decida trabajar, con el fin de articular esfuerzos y agilizar el proceso de recuperación.
El proyecto está dividido en varias fases, la primera destinada a la selección de actores y parámetros que permitan establecer objetivos, y la segunda fase conformada por un equipo multidisciplinario de ecólogos, geógrafos, entre otros especialistas, así como instituciones como la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), Estación Científica Parupa, CVG Tecmin, Ingeomin, Instituto Autónomo Minas Bolívar (IAMIB), DEA Bolívar, Inparques y la Universidad Nacional Experimental de Guayana (UNEG).
Desde ya especialistas han realizado trabajos de campo para elaborar levantamientos topográficos, además han seleccionado el área piloto donde se validará el protocolo de recuperación y elaborado un informe donde se refleja la metodología a aplicar.
Marlen Palet Rabaza, directora del Instituto de Geografía Tropical de la Agencia de Medio Ambiente de Cuba, destacó que “el proyecto posee también un objetivo social, basado en la participación y toma de conciencia de las comunidades para que mejoren su calidad de vida, se trabaje en conjunto para recuperar y preservar las áreas que poseen mayor afectación, y tratar de sustituir la actividad minera, por otras que sean de menor transgresión para el medio ambiente”.
Igualmente se entregó a cada uno de los representantes de las instituciones mencionadas y entes relacionados a esta actividad, el Protocolo Preliminar de Recuperación de Áreas Degradadas por la Actividad Minera en la Cuenca del Río Caroní, un compendio de información en el que fueron plasmados los aspectos metodológicos a seguir, y las acciones y recomendaciones pertinentes.
Por su parte, Rodolfo González, director Estadal de Ambiente, del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, acotó que de la relación Cuba – Venezuela se generan muchos beneficios, que en esencia se resumen, en la integración e intercambio de experiencias que nutren la realización de este Proyecto. “Del pueblo cubano podemos aprender mecanismos de reforestación y recuperación de áreas naturales empleados para restaurar zonas afectadas por desastres naturales que a su vez serán incorporados a la experiencia de venezolanos de quienes conocen y se han dedicado a cuidar y proteger las cuencas de los ríos afectadas por la actividad minera. Tomando en cuenta, que no se trata de copiar modelos, sino aprovechar, todos aquellos aspectos positivos para ser mejorados y adaptados a la realidad”, dijo.
Finalmente, con este convenio de Cooperación Integral Cuba-Venezuela se aspira afianzar los lazos de hermandad y solidaridad entre estos pueblos hermanos, aunando esfuerzos que lleven a buen término este proyecto, y permitan preservar nuestro patrimonio natural.
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