22 septiembre 2008

Chile insistirá en reclamo a Venezuela por expulsión de HRW

Chile reiterará en una nota diplomática a Venezuela su rechazo a la expulsión ordenada por el gobierno de Hugo Chávez del chileno José Miguel Vivanco, director para América Latina de la organización Human Rights Watch (HRW), anunció el lunes el vicecanciller Alberto van Klaveren.


"Nosotros hemos dicho que íbamos a usar los canales diplomáticos normales y efectivamente vamos a mandar una nota expresando nuestra opinión respecto de lo que ha sucedido", dijo Van Klaveren. Anunció que "vamos a manifestar, reiterar lo dicho anteriormente a Venezuela mediante una nota (por) los canales diplomáticos normales en estos casos".

"Sobre todo, nosotros tenemos un muy buen recuerdo de la labor de Human Rights Watch en la lucha por la democracia y los derechos humanos en Chile durante la época de la dictadura" (1973-1990), agregó Van Klaveren. "En consecuencia, mal podríamos aprobar lo que ha sucedido en Venezuela", afirmó.

Desde Nueva York, en conferencia telefónica con la prensa chilena, el canciller Alejandro Foxley dijo que con la nota diplomática que se enviará, casi con certeza el martes, a Caracas, "es un tema que se da completamente por superado y no tengo ningún interés en reabrirlo". Agregó que el tema no lo tratará con su colega Nicolás Maduro en Nueva York ni tampoco será visto en la reunión de mandatarios de la Unión de Naciones Sudamericanas, Unasur, que se realizará el miércoles, aprovechando la asistencia de los presidentes a la asamblea general de la ONU. "Vamos a enviar la nota y esperamos seguir trabajando en una agenda positiva y constructiva con todos los países de Sudamérica y no involucrarnos en polémicas inconducentes", concluyó.

Vivanco fue expulsado el jueves por la noche y al día siguiente Van Klaveren declaró que "expulsar a un ciudadano, a un luchador por los derechos humanos, nos parece muy lamentable" y calificó la decisión como "absolutamente desproporcionada".

El presidente Hugo Chávez afirmó que Vivanco anda por el mundo "haciendo el trabajo sucio que le ordena el imperio norteamericano" mientras su canciller Maduro calificó lo dicho por Van Klaveren como "desatinados comentarios".

Van Klaveren afirmó que "para nosotros el tema de los defensores de los derechos humanos es un tema de principios". Dijo que Vivanco "ha realizado una labor extraordinaria en apoyo de los derechos humanos en muchos países".

Vivanco fue expulsado junto al subdirector de HRW, el estadounidense Daniel Wilkinson, luego que difundieron un informe que decía que Chávez, "en sus esfuerzos por contener a la oposición política y consolidar su poder... ha debilitado las instituciones democráticas y las garantías de derechos humanos" en Venezuela.

Vivanco, entrevistado el lunes por la radioemisora local Cooperativa, expresó que el informe de HRW sobre la situación en Venezuela no puede ser considerado una intervención "bajo ninguna circunstancia". Acusó a Chávez de abandonar su propia Constitución y agregó que "tiene la capacidad y la libertad para operar con total impunidad porque el Poder Judicial ha abdicado de sus funciones contraloras".

El entredicho entre Chile y Venezuela se sumó a otros ocurridos en los últimos 10 días: primero Chávez anticipó la convocatoria a la cumbre de Unasur antes que la anunciara la mandataria chilena Michelle Bachelet, presidenta pro témpore del organismo; luego, Foxley dijo que había temido un eventual fracaso de la cita por la exigencia de Chávez de condenar a Estados Unidos, lo que molestó a Maduro, quien le exigió una disculpa por escrito.

En Washington, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó el lunes las expulsiones. El hecho "configura una muestra de intolerancia ante expresiones críticas que son esenciales para la democracia", dijo la CIDH en un comunicado.

En Montevideo, la Asociación Internacional de Radiodifusión AIR, que representa a más de 17.000 emisoras de radio y televisión en el mundo, hizo pública su condena a las expulsiones. "La deplorable medida ordenada por el gobierno de Venezuela... constituye un nuevo ataque a la libertad de expresión y un acto de intolerancia que refleja el desprecio de ese gobierno por los valores democráticos", agregó.

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