Las fuerzas de seguridad venezolanas detuvieron a dos sospechosos venezolanos de un supuesto complot para derrocar al presidente Hugo Chávez, utilizando granadas y artillería pesada. "Hay dos personas detenidas, lo que va a facilitar la investigación del caso", declaró el ministro de Interior, Tarek El Aissami. Acotó que los nombres de los sospechosos no serían revelados por "razones estratégicas".
El Aissami dijo que los civiles fueron detenidos durante una redada en una casa en el estado Zulia, donde las autoridades encontraron un cañón y cuatro granadas. "Estas armas tienen un propósito... los únicos que tienen según nuestra Constitución autorización para portar este tipo de armas es nuestra Fuerza Armada Bolivariana, en función de garantizar la soberanía territorial, es decir que el hecho que estén en manos de particulares tiene un propósito claro", que sería el de asesinar a Chávez, agregó.
Chávez ha dicho que los presuntos cerebros del plan buscaban hacer volar el avión presidencial o colocar bombas en el palacio de gobierno. Hasta ahora han sido detenidos al menos seis sospechosos, mientras los fiscales militares están interrogando a otros. Entre los sospechosos figuran el vicealmirante retirado Carlos Millán, ex jefe de operaciones de la Armada; el general Wilfredo Barroso Herrera, ex jefe de Estado Mayor de la Guardia Nacional y el general Eduardo Báez Torrealba, ex comandante logístico de la Fuerza Aérea.
En un fragmento de la grabación, una voz atribuida a Barroso Herrera expresó que "aquí el objetivo es uno solo: vamos a tomar el Palacio de Miraflores (la sede del gobierno)... el objetivo tiene que ser uno solo, es decir: todo el esfuerzo hacia donde está el señor (Chávez). Si está en Miraflores, hacia allá todo el esfuerzo".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario