Las Verdades de Trafalgar Square -- Patrick J. O'Donoghue -- 26 de septiembre al 2 de octubre de 2008

¿Qué le pasó al Ministerio de Relaciones Exteriores? No entiendo la expulsión de Vivanco. Por estos lados ven el incidente como una confirmación de lo que predica con tanta insistencia la oposición: que tenemos un gobierno autoritario en Venezuela. La expulsión viene después de una carta de protesta en contra de EEUU y la oposición por conspirar en contra el Gobierno. La carta fue dirigida al periódico The Guardian de parte de parlamentarios del grupo Amistad con Venezuela. ¿No hubiese sido mejor prohibir la entrada de Vivanco al país en vez de sacarlo usando a la muy ambigua Disip? ¿Será que alguien en la embajada o consulado de Washington estaba durmiendo mientras le otorgaban al Sr. Vivanco una visa de turista? Da la impresión de que el Gobierno está contra la pared y que es incapaz de llevar a cabo la lucha ideológica en el exterior. El documento de Vivanco se combate con ideas, como siempre se ha hecho. Mostrando los revolucionarios cambios que el gobierno ha llevado a cabo en 10 años. ¡Y los muchos que son! Si hay pruebas de que Vivanco estaba comprometido en una conspiración o de que su visita y conferencia de prensa era la señal para iniciar un golpe de Estado, hay que demostrarlo. Es un error continuar lo que se ha convertido en una práctica muy común en ciertos sectores del gobierno: prometer revelar nombres y detalles para el próximo lunes. De todas maneras el Gobierno debe responder al documento de 230 páginas con uno de 400. ¡Punto! Felicito a la Oficina de Información sobre Venezuela (Venezuelan Information Office) en los EEUU por su rápida respuesta al documento. La respuesta fue escrita por Olivia Goumbri quien expone el parecer del Gobierno venezolano.
En solidaridad con los pueblos de Bolivia y Venezuela, Hands Off Venezuela (HOV) se hizo presente en un acto de protesta frente a la embajada de EEUU en Londres. Atendieron organizaciones latinoamericanas e inglesas, tales como el sindicato nacional de periodistas (NUJ). El miembro de parlamento John McDonnell se dirigió a los asistentes de una reunión en la sede del NUJ insistiendo que lo que está pasando no es un ataque personal contra Chávez o Morales sino un ataque a las semillas del Socialismo que los dos presidentes promueven. EEUU, dice McDonnell, está horrorizado de que el Socialismo gane terreno por todas las Américas. Por eso "va a la ofensiva… por eso tenemos campañas de solidaridad". Félix Plasencia, encargado de negocios de la embajada venezolana, estuvo presente en la reunión junto con la embajadora de Bolivia, María Beatriz Souviron. Plasencia dijo que era un "honor apoyar a Bolivia y las luchas de América Latina por la dignidad, soberanía e independencia". "La tarea del momento es de extender el poder del pueblo por América Latina. La solidaridad demostrada hacia Bolivia es un paso significante en unir nuestros países." Plasencia ha tenido bastante trabajo últimamente. El Reino Unido (RU) se encuentra en la temporada de las convenciones. Plasencia atendió un evento de solidaridad con Venezuela en la convención anual de la importante central, "Unión de Trabajadores del Reino Unido" (TUC). Allí participaron Colin Burgon MP, Ken Livingstone, el laborista Mayor Tony Benn y el secretario del Centro de Información sobre Venezuela (VIC-UK), Gordon Hutchinson.
Por cierto, Hutchinson no me ha contestado mi correo electrónico en donde le pregunto cuándo es que su organización va a publicar un informe sobre su visita de varias semanas a Venezuela. Lo cortés no quita lo valiente.
El Reino Unido ha experimentado una semana de fuerte turbulencias en el sistema financiero. EEUU acaba de nacionalizar la compañía de seguros más grande del mundo (AIG) y a dos de los bancos de inversión más grandes del mundo (Lehman Brothers y Merrill Lynch). En el RU el gobierno respondió aceptando la compra del HBOS (Halifax-Bank of Scotland) por el Banco Lloyds TSB. Normalmente esto no se aceptaría por temor al monopolio de un banco sobre la economía. Lo que se piensa por acá es que debe haber una regulación global ya que la economía es de por sí global. La crisis, como ustedes saben, se inició en EEUU con el mercado de préstamos para vivienda y con la incapacidad de clientes para pagar sus deudas. El mundo financiero se ha complicado tanto que se hace difícil seguir el mismo camino. Los defensores del capitalismo mantienen que el sistema sabe salir de los problemas y que el deber del Estado es intervenir cuando sea necesario, como se ha hecho en EEUU y en el RU. Sin embargo, la verdad es que la fe en el mercado no es tan fuerte como antes. Por una parte esto confirma lo que Ken Livingstone aseveró en la entrevista de la semana pasada respecto a la complejidad de las relaciones comerciales en el mundo de hoy.
En todo caso, The Telegraph pregona en un editorial que el mercado libre continúa siendo la mejor esperanza. Dice que no es el capitalismo el que ha causado la caída sino la intervención del Estado. Declara que los bancos centrales mantuvieron intereses demasiado bajos por mucho tiempo. "Era una decisión política y no comercial. Todas las alternativas al comercio libre han fracasado. El capitalismo tiene ganadores y perdedores pero ha hecho un mundo más feliz, mas próspero y más libre que nunca". Allí les dejo eso para que vean.
del The Guardian está bajo la lupa de nuevo. Un tal Samuel Grove analiza el parcialismo antichavista del periodista irlandés. El artículo de Grove se titula, "Carroll en el país de las maravillas: como The Guardian tergiversa a Venezuela". En "Las Verdades de Trafalgar Square" se ha criticado la posición política y las falsas insinuaciones de Carroll desde hace tiempo como también se ha criticado a Vivanco por las mismas razones. El artículo de Grove es largo y por lo tanto trataré de darles a entender lo que dice a grandes rasgos. Se nota que Grove ha estado monitoreando los informes de Carroll. En los últimos artículos se nota que Carroll ha sido más crítico de Morales que de Chávez. Respecto a la expulsión del embajador de EEUU en Bolivia, Carroll escribe que fue porque el embajador "supuestamente" apoyaba a grupos de oposición que peleaban en contra de la policía y simpatizantes del gobierno. Carroll parece no creer las acusaciones del gobierno boliviano. Grove recuerda que un mes atrás Rory había dicho que la acusación de que EEUU estaba interviniendo en Bolivia no era nada más que una posición estándar que el presidente Morales había copiado de Chávez. Como señalé una vez analizando el mismo argumento, los periodistas de acá parecen olvidar la constante actuación de EEUU a través de la historia en los asuntos internos de los países al sur del Río Bravo. La pregunta es si en cada oportunidad tenemos que esperar los 30 años que tardan documentos en ser desclasificados para enterarnos de qué exactamente hicieron las administraciones estadounidenses en países de América Latina. Lo que con seguridad podemos hacer es tratar de definir los métodos. Uno de ellos es usar otras naciones para que hagan el trabajo de uno. Un ejemplo es la reciente revelación de que diplomáticos alemanes en Irak pasaron coordinadas a las fuerzas armadas estadounidenses para facilitar la invasión a Bagdad.
The Economist es antichavista y al menos uno no espera otra cosa. The Guardian es supuestamente liberal. Pero, ¡caramba!, The Guardian cita a Moisés Naim, quien fiel a sus creencias alega que Chávez usa el viejo truco de echar la culpa a los yanquis para desviar la atención de los problemas y escándalos. Como el de la maleta de Antonini. En conclusión, tal como lo dije, pienso que el ministro Maduro metió la pata con Vivanco. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos también al señalar a Rodríguez Chacín, a Rangel Silva y a Carvajal Barrios como candidatos para sanciones y arresto. Pareciera que están empeñados a convertir a Chávez en otro Noriega.
Saludos a Elio Cequea que sufrió pequeños daños en su casa cuando pasó el huracán Ike por la ciudad de Houston.
Bienvenido el embajador Moncada a su regreso a Londres. Su primera tarea: atender la convención anual del Partido Laborista en Manchester.

Patrick J. O'Donoghue
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