08 septiembre 2008

Francisco Arias Cárdenas // Lecciones del Gustav

Son distintas las referencias de lo que puede hacer una tormenta tropical a través los medios de comunicación, que acercarse y ver el desastre que deja todo en ruinas después del paso de un huracán como Gustav. Este fin de semana estuvimos en la provincia cubana Pinar del Río, San Cristóbal, para ser exactos, y quedamos impresionados por la fuerza de los vientos y los daños que pueden hacer en techos, casas, arboles, siembras y fábricas. Torres de electricidad en el piso, gente entre paredes sin techos y cables atravesando las carreteras. Sólo dos cosas pueden mantener la altivez y el espíritu de quienes vimos en esa situación. Una es la convicción y la fuerza para sobreponerse a los más duros embates de la naturaleza, su persistencia para ir sobre la calamidad y superarla con alegría y determinación, pronunciando con frecuencia las frases: lo superaremos, lo levantaremos, lo arreglaremos. Otra cosa es la organización para dar respuesta de solidaridad y fraternidad dentro de circunstancias difíciles para todos. Sentirnos hermanos y humanos frente a la fuerza de la naturaleza, a la creación, en la conciencia de que somos sólo pequeñas criaturas. La organización la hacen Estado y ciudadanos. La misma organización que sirve para la defensa, sirve con creces para solventar la dificultad. La Secretaría Departamental no deja de saludar y señalar la actividad y el aporte a cada uno de los responsables de salvar los bloques o de enderezar las tapas de zinc recuperables. Respeto y ejemplo es el pueblo cubano. Reconfortante experiencia la vivida. Anhelo de que ese ejemplo de dignidad, solidaridad y organización sea nuestro para construir el porvenir. Sobrevivir a vientos de más de 340 kilómetros y dedicarse a sobreponerse sin lamentos y con el alma llena de alegría. Esa es la Revolución que debemos construir, la de la fraternidad, la organización y la entrega que hacen invencibles una nación.
Prensaunion01@yahoo.com



No hay comentarios.:

Publicar un comentario