10 septiembre 2008

Luis Enrique Oberto G. // Conflictos por la libertad

La libertad está seriamente mermada o ha dejado de existir ... cada vez que se atropella el derecho de alguien y no existe en la sociedad ninguna institución capaz de reivindicarlo oportunamente y de manera justa, se restringe su libertad y echan las bases para la supresión de la libertad de todos.


por Luis Enrique Oberto G.
Así, en las sociedades que no cuentan con instituciones realmente dispuestas a sostener en todas las circunstancias los derechos individuales y colectivos de los ciudadanos -no que parezcan dotadas para ello- la libertad está seriamente mermada o ha dejado de existir. En todo conflicto provocado por la autoridad por el desconocimiento del derecho de un ciudadano existe un conflicto por la libertad de todos.

Por eso, en sociedades en esencia democráticas sometidas a regímenes que solo aparentemente lo son, constituye un motivo de conflicto creciente su querer mayoritario de vivir en libertad y la pretensión gubernamental de suprimirla, y que ello sea aceptado como un bien y no como el mal que implica.

Por tal razón, especialmente en esos casos -como ha ocurrido en nuestro país con el gacetazo- la habilitación al Ejecutivo para legislar en términos amplios y sin límites precisos es siempre perversa, por cuanto permite a los gobernantes dictar leyes, sin cortapisa alguna, contrarias a los derechos y el bien de la ciudadanía.

Sólo cuando los miembros de una comunidad disfrutan plenamente de su libertad y sienten tenerla garantizada -que se respetan sus derechos y los de los otros- pueden dedicar todas sus energías creativas y físicas a su realización personal y familiar, según su querer y afán.

Nadie puede ser feliz mientras los responsables de promover su bienestar como ciudadano y facilitarle el acceso a él, provocan permanentemente -usando los medios públicos a su disposición- la zozobra en su espíritu, la restricción de sus derechos y la depauperación de su modo de vida, y -con ello- el cercenamiento de su libertad.

Por ello, concluida la II Guerra Mundial, los líderes de los principales pueblos de la Europa Occidental envueltos en la contienda bélica, a cargo de dirigir la reconstrucción de sus países, desde un principio entendieron que la mejor forma de afianzar la paz entre ellos y de afirmar la libertad para poner coto en cada uno a la emergencia de los procesos totalitarios, no podía ser otra que la consecución por todos del bienestar de todos.

Lo que originó una acción ejemplar de integración que condujo a la constitución de la Unión Europea, cuyos buenos resultados están hoy a la vista. Proceder que debería ser ejemplo para todo el mundo.

Luis Enrique Oberto G.
luisoberto@yahoo.com

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