La cifra del Observatorio de Prisiones ubica a El Rodeo como el internado más peligroso con 41 reos fallecidos y 35 heridos. Un total de 320 reclusos han perdido la vida en lo que ha transcurrido del año 2008. Para los especialistas en derechos humanos de los privados de libertad, Humberto Prado y Rafael Narváez, las cifras son preocupantes, porque en su mayoría, estos decesos han sido producto de riñas por el poder en los penales. En 2007, 384 ciudadanos murieron en las cárceles.
Son siete los recintos más peligrosos y que concentran el 59% de la violencia carcelaria: Rodeo I y II (41 muertos y 35 heridos) Yare I y II (29 muertos, 15 heridos), Sabaneta (25 muertos y 28 heridos); Uribana (18 muertos y 38 heridos); Tocuyito (17 muertos y 52 heridos); Apure (14 muertos, 24 heridos) y Barinas (11 muertos, 24 heridos).
Las estadísticas fueron presentadas por el director del Observatorio Venezolano de Prisiones, Humberto Prado, quien recordó que Venezuela es el único país que tiene cuatro medidas provisionales dictadas por la Cidh a favor de los reos de El Rodeo, Yare, La Pica y Uribana.
Cuestionó que en la ciudad penitenciaria de Falcón, haya fallecido un interno esta semana, cuando sólo hay 40 personas detenidas y el número de trabajadores, supera la población de retenidos. Eso es inexcusable, allí hay más empleados que presos. El ministro Tarek El Aissami debe investigar qué pasó en ese penal".
Por su parte, Rafael Narváez, propuso la reactivación de la Caja de Trabajo Penitenciario, de manera que los reos puedan contar con un fondo al salir de la cárcel para poder subsistir mientras obtienen un empleo. Otras sugerencias son la realización de un centro nacional penitenciario, que permita conocer la cifra exacta de privados de libertad y la clasificación por peligrosidad y delito. "No es posible que un narcotraficante de alta peligrosidad se convierta en compañero de celda de un muchacho que este preso por asalto o robo de vehículos", precisó.
LA CÁRCEL ES UNA INDUSTRIA DE DINERO
Señaló el ex diputado que algunos funcionarios suministran armas y artefactos explosivos a los presos. "En Venezuela, las cárceles son una industria de dinero para funcionarios irresponsables que le cobran a los familiares por entregarles armas de fuego a los presos para que se defiendan en las reyertas y motines".
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