Los tiempos de cambio son atropelladores. Siempre los imaginamos desde la perspectiva de los libros y parecían lejanos y lentos los pasos para que las naciones llegaran a transformaciones casi que estructurales en su propia esencia.
Hoy mismo se concreta en Tegucigalpa lo que ya hemos dicho solo puede entenderse como un claro signo de los tiempos.
De base para ataques y montajes de acciones militares contra países hermanos, nos aclaraba Milton que también excepcionalmente para protección de grupos insurgentes de América Central, Honduras se integra definitivamente hoy al grupo de naciones que con claro criterio político aspiran resolver en conjunto problemas que son herencia de gobiernos egoístas y de sus alianzas con los más irracionales poderes transnacionales.
El Alba contiene una clara postura de autodeterminación militante, de soberanía y de búsqueda de salidas a los graves problemas de los pueblos, mediante la acción social comprometida con nuevas formas de participación e integración.
Fortalece la propuesta de la Alternativa Bolivariana para nuestra América la actitud valiente y audaz del presidente Zelaya y de todo el pueblo hondureño.
Contiene un claro mensaje de fuerza y de dignidad, una determinación para buscar soluciones entre hermanos sin patrón ni imposiciones. El reto es ser eficiente y lograr que estas acciones se traduzcan rápidamente en vida mejor para nuestros pueblos, mucho más allá de Petrocaribe, una iniciativa en materia energética nacida del mismo seno del ALBA.
Fiesta de patria latinoamericana, de liberación, autonomía y de futuro es la actividad de hoy que expande a seis países del continente los comprometidos con la esperanza de los mas necesitados y la liberación de las cadenas imperiales.
Francisco Arias Cárdenas
Prensaunion01@yahoo.com
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