Grupos de jóvenes consumen crack, cocaína, heroína, marihuana y cerveza; vomitan y se desmayaban. Todo esto sucede a diario en la plaza del Panteón Nacional a plena luz del sol. Justo en frente de los restos del Libertador, él se tiró en el piso, sin quitarse el morral, inhaló el crack que preparó el chico de camisa gris. Se levantó, dio unos pasos y vomitó tres veces. Al cabo rato, recuperado, fumaba un cigarrillo de marihuana. Otra vez muy cerca de la bandera que se iza cada vez que un presidente viene de visita a honrar compromisos protocolares. Todo ocurrió ayer, entre tres y cinco de la tarde en el Panteón Nacional. Llegó la pareja de muchachos vestidos de rayas. Ella sacó de su bolso la jeringa, él tenía la liga para apretarse y dejar ver la vena. El muchacho de gris hizo su trabajo. Minutos antes, los tres jóvenes de pelo largo se habían inflado las venas con alguna droga, se tomaron alguna pastilla y bebieron cervezas, al tiempo que compartían un "cacho". Luego comieron galletas. María Rosario Torrealba, sicóloga clínica, especializada en tratamiento y prevención del consumo de drogas y directora de la Organización Vivir, explicó: "El multi consumo es de lo más común, aunque muchos no lo crean. Y utilizan sustancias de distintos efectos: depresor, estimulante y otras más, mezclados con alcohol". ADvierte que además de heroína pueden haberse inyectado cocaína. Ve con preocupación este nivel de consumo: "Siendo tan jóvenes es alarmante esta etapa adicta más avanzada. Ya no es la marihuana en los comienzos, sino que ya se inyectan como opción más frecuente en el consumo". El consumirlo en público se lo atribuye a un llamado de estos jóvenes altamente adictos. "Mírennos" están diciendo.
30 agosto 2008
Drogadictos a diario en pleno Panteón Nacional
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