25 agosto 2008

Sesenta por ciento de colombianos en Venezuela viven ilegales

"Atravesé la frontera sin cumplir lo que establece la ley de Colombia para visitar a un familiar que estaba enfermo en Machiques, y me quedé en Venezuela porque vi que aquí tenía mejores posibilidades de una vida tranquila, lejos de tantos problemas y conflictos que sufre mi país. Tengo 20 años en Maracaibo y me dedico a vender bisutería en el centro. No tengo planes de regresarme a Ibagué (capital del departamento de Tolima)".

por Aziel Figueroa Betancourt

Así describió una mujer de 47 años, que prefirió omitir su identidad para evitar problemas con las autoridades, su llegada a Venezuela y su decisión de quedarse a construir una nueva vida. Relató su testimonio a La Verdad con recelo porque reconoció que la condición de ilegalidad no debe siquiera nombrarse en presencia de extraños.

Historias como la suya se esconden entre los rostros de cientos de personas que habitan Maracaibo, varios municipios foráneos de Zulia, particularmente los más cercanos a la frontera, y Falcón. La presencia de colombianos en la región es muy alta. Según estimaciones del Consulado General de la nación neogranadina en Maracaibo representado por Carlos Galvis, hay por lo menos un millón 800 mil naturales de ese país en ambos estados occidentales venezolanos. De ellos, entre 50 y 60 por ciento están ilegales.

Precisó que las violaciones de ley son el problema más frecuente en las zonas fronterizas que divide ambas naciones, porque quieren movilizarse en los dos territorios sin documentos o falsificándolos para evitarse los rigores legales. "Lo que más comúnmente notamos son los casos de connacionales que tienen sus documentos colombianos en regla, y cruzan la frontera sin pasar primero al consulado venezolano de allá para que autorice su entrada".

Explicó que la justificación de esta situación es que para hacer turismo (actividad extranjera más sencilla) en Colombia, los venezolanos sólo necesitan el registro del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) con permiso de 180 días de movilización en sus pasaportes. Pero los colombianos que deseen viajar a Venezuela sí requieren una visa que usualmente demora más de un mes.

"Muchos deciden no esperar y pasan ilegales. Aparte están los llamados coyotes que les ofrecen pasarlos por la trocha a cambio de dinero. Lo mismo ocurre en todas las fronteras. Algunos buscan escapar para salvarse de la ley del país donde cometieron un delito".

Acceso negado

Cuando llegan a suelo venezolano sin sus papeles en regla encuentran infinidad de barreras para acceder a derechos básicos de salud, educación y un trabajo digno, tanto para ellos como para sus hijos. En muchos casos son objeto de explotación laboral y devengan salarios por debajo del mínimo mensual oficializado por el Gobierno, agravando su calidad de vida. Por esa razón, el viceconsulado comenzó en febrero pasado un registro para identificar a todos los colombianos residenciados en su área de competencia (centro-norte de Zulia y norte de Falcón), sus necesidades, datos familiares y socioeconómicos.

Carlos Galvis detalló que solamente entre Maracaibo y Ciudad Ojeda llevan censados un millón de personas. Aspiran culminar las estadísticas este año e iniciar el próximo con la formulación de proyectos de inversión, con ayuda del Gobierno colombiano para contribuir a mejorar el bienestar de estas comunidades.

"Buscamos que tengan sus registros civiles, cédula, tarjetas de identificación y pasaportes colombianos al día. El mayor trabajo en nuestra sede de Maracaibo está centrado en expedir estos documentos para que puedan luego acceder a la identidad y estadía legal en Venezuela".

Afuera del consulado, en la avenida El Milagro, la fila de solicitantes no es menor de 150 personas diarias. Se atienden entre 80 y 90 por ciento de la demanda.

Asesoría en derechos humanos

El Consulado de Colombia en Venezuela también brinda orientación a las comunidades legalmente asentadas, en cuanto a capacitación, divulgación y asesoría en materia de violación de derechos humanos. En este último caso, la problemática más común está relacionada con los colombianos detenidos, para quienes este despacho tiene un abogado asesor exclusivo.

El representante del Gobierno colombiano en la ciudad indicó que sus labores están destinadas a acelerar y definir los procesos judiciales, sin excesos ni abusos de ley, sea que el detenido es culpable o no, y que tampoco se le maltrate físicamente ni se vulneren sus derechos. Mantienen programas semanales de visitas en los centros penitenciarios.

"Cuando recibí el consulado en noviembre de 2007 teníamos 365 detenidos. Hoy hemos disminuido a 191 casos relacionados a narcotráfico, terrorismo y homicidio, porque hemos ayudado a acelerar los procesos. Incluso en esas condiciones velamos porque no se violen sus derechos".

Intercambio binacional

Los primeros representantes del Gobierno colombiano en calidad de cónsules llegaron a la región zuliana en 1856. Sus actividades cesaron y se reactivaron nuevamente, pero desde hace 60 años el consulado general de Maracaibo se mantiene en labores ininterrumpidas estrechando los lazos de hermandad entre ambas repúblicas.

En el campo académico los aportes se reflejan en la presencia de al menos 350 estudiantes de la Universidad Popular del Cesar, haciendo maestrías y doctorados en instituciones de educación superior de la región, intercambiando además aspectos culturales y de investigación.

La población colombiana en territorio zuliano también abarca a empresarios formales, ejecutivos, grandes, medianos y pequeños comerciantes (sobre todo de los departamentos de Antioquia y del Atlántico), comerciantes informales, mano de obra no calificada, taxistas, albañiles y trabajadores domésticos. Carlos Galvis, cónsul general, afirmó que no tienen cifras detalladas porque es "difícil de medir" pero advirtió que la presencia de colombianos es "alta".



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