08 agosto 2008

Sanz: No hay dinero para relanzar el sector aluminio

El titular del Ministerio del Poder Popular para las Industrias Básicas y Minería (Mibam) y presidente de CVG, Rodolfo Sanz, declaró que la crisis de las empresas del aluminio tiene un precio de 3 mil millones de dólares, recursos que no están disponibles en este momento, precisó. Sanz dijo ante un grupo de trabajadores que protestaba frente a CVG Bauxilum que “no tengo ni siquiera para pagarle a los que trabajan”, y menos para atender todos los compromisos, incluidos los pasivos laborales y la homologación de las pensiones de los jubilados.

Los trabajadores reclamaron al ministro la falta de recursos, puesto que el gobierno invierte en muchas cosas menos en su empresa El pronunciamiento fue realizado a las afueras del portón principal de la compañía, en horas del mediodía de este jueves, luego de que los empleados protagonizaran una nueva protesta donde parte de la flota fue paralizada al igual que las actividades.

Sanz se presentó sincero y realista ante la situación del ramo del aluminio, indicando que hay una grave crisis global que debe ser solucionada con una inyección de capital en cada una de las compañías del holding, de lo contrario ninguna acción resolverá el problema.

“La franqueza ayuda, y más allá de las diferencias con los trabajadores, hay que reconocer que en el caso de Alcasa no se levantará en 15 años... no es fácil el problema y espero que lo entiendan, se lo dije a Henry Arias y se lo voy a decir igualito a José Gil, eso no va a cambiar, y no voy a caer en demagogia... sé que estamos hablando de Bauxilum, pero deben entender que esto es algo global, y si no hay una conciencia de que todo está relacionado estamos fritos, sino resolvemos Alcasa no resolvemos Bauxilum y esa es la realidad”.

Camisa de once varas
El ministro fue crítico con algunos sindicalistas y en medio de su conversación indicó que “yo no vine a salir en los diarios, vine a resolver los problemas”, en alusión a las recientes declaraciones de algunos representantes, quienes lo instaron a ponerle la mano al aluminio antes de que haya una hecatombe generalizada.

Sin embargo, en todo momento el representante indicó que en sus manos no estaba la solución dada la complejidad del conflicto. “Le estoy dando vueltas a la cabeza a ver si sacamos un bono para pagarle los pasivos, pero como CVG no puedo, así que estoy pensando cómo vamos a hacer”. El ministro asumió además parte de la responsabilidad que tiene en éste y los demás conflictos. “Yo no le echo la culpa a los trabajadores, el Estado claro que tiene culpa por la dirección, el Presidente no evade su responsabilidad, y menos voy a hacerlo yo”.

No obstante Sanz anunció que no hay dinero y les propuso: “esperemos a que se defina la fuente de los recursos, bueno está bien, cuánto tiempo va ser, no sé si serán 10 años o dos años. No creo que sean dos años, pero tampoco les puedo decir que les voy a dar una respuesta mañana, no es mañana, pero estamos en el proceso de definición de las fuentes para la inversión y los recursos no están listos, están en trámite...”.

Insistió el presidente de la CVG que “estoy aquí porque yo quiero esta empresa como ustedes la quieren, no estoy aquí por presión, estoy dando la cara, discutiendo lo que hay que discutir en un clima de respeto y cordialidad”.

Otro sacrificio más
En cuanto a la falta de dinero los trabajadores dijeron que están dispuestos a un nuevo sacrificio siempre y cuando haya de parte del Estado una voluntad para sacar adelante el sector y no dejarlos solos.

Por otro lado un trabajador expresó que “si hay dinero para Perú, Bolivia... porque no hay para los trabajadores, el Presidente está comprando armas rusas que igualan las inversiones que deben hacerse, creo que debe haber dinero para resolver los problemas en Venezuela, para administrar una empresa que beneficia a los venezolanos”.

Iraiza Coromoto Marcano intervino en la asamblea improvisada pidiendo al ministro que interceda para que el Estado asuma la deuda de Alcasa -que ronda los 400 millones de dólares- en vez de esperar los 3 mil millones de dólares que se necesitan para todo el sector aluminio.

“Pasa lo siguiente ministro el orden hay que ponerlo desde la casa, yo no entiendo cómo Alcasa si no nos paga, y no nos va a pagar, se da la bomba de dar la meritocracia, se da la bomba de pagar cestaticket, se dio el lujo hace unas semanas atrás de asumir la alimentación de 400 trabajadores de las cooperativas, y no tiene para pagarnos, y no nos vamos a caer a mentiras, aunque el nuevo presidente intente hacerlo bien, la decisión no está en nuestras manos, y es el presidente Chávez quien puede solucionar el problema comprando la deuda de Alcasa”.

Cuentas claras
Destacó Sanz que si bien es cierto que hay una gran deuda en materia de inversión y otros aspectos, “nosotros pusimos los pasivos en número, y eso no se había hecho, yo presione a la gerencia hasta en la madrugada, y cada vez que me venían con un cuento nuevo les decía pónganme los pasivos en números, y les dije también que no quiero que ningún trabajador tenga que ir a la inspectoría para reclamar sus derechos”.

“También les dije a los presidentes de las empresas reconozcan las deudas de los trabajadores, y así lo hicimos, y aquí -en Bauxilum- los pasivos están por el orden de los 175 millardos de bolívares, y las cifras que estamos manejando son altas, son 1.6 billones de bolívares en pasivos laborales -totales del sector- ahora nosotros tenemos la voluntad de buscar los recursos, y son inversiones a mediano y largo plazo”.

Sanz invitó a los trabajadores y sindicalistas a no ser tan sensibles y “quitarse esa piecita que tienen de oveja, pongámonos una de cocodrilo como yo me la pongo, sí se quieren quedar aquí -sosteniendo el paro-, cada quien es responsable de sus actos, yo soy responsable de los míos, les estoy diciendo a ustedes que voy a trabajar en función de la solución de la empresa, y no puedo hacer que tú me creas, es tu decisión, no voy a decir lo que quieren escuchar”.

En medio de la asamblea Rodolfo Sanz mencionó el problema de los jubilados y lo descabellada -a su juicio- de sus peticiones. “Cómo puedo yo homologarle las pensiones de los jubilados al salario de los que trabajan si no tengo ni siquiera para pagarle a los que trabajan, y es una cosa que no tiene sentido, y ahora estamos viendo otras opciones, estamos hablando”.

Acuerdos
Luego de la intervención del presidente de CVG y la de los trabajadores hubo una reunión a puerta cerrada en Bauxilum, donde se llegaron -al parecer- a varios acuerdos.

José Sánchez, secretario general del Sindicato de Trabajadores del Aluminio (Sutralúmina) informó que se aprobaron -pese a no haber dinero- 220 millones de dólares para la empresa. Cien estarán destinados a las inversiones de adecuación, otros cien a los pasivos laborales y veinte para las lagunas de lodos rojos, que tantos problemas de contaminación generan a los trabajadores y al río Orinoco.

En una nota de prensa de la CVG se dio a conocer que los acuerdos oscilan en el orden de los “220 millardos de bolívares fuertes”, que serán aprobados en un crédito extra concedido por el Ejecutivo nacional.



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