05 agosto 2008

57 muertes violentas en Caracas

Cayetano Pérez Rueda (31) tenía más de 7 años encargado de la panadería “El Callao”. Era tal la confianza que los dueños le tenían al joven colombiano, que después de trabajar con ellos en otro negocio, le dieron la responsabilidad del local, ubicado en la segunda calle de Sabana Grande.
El domingo en la noche lo asesinaron porque no ayudó a unos ladrones a encontrar el producto de las ventas. Y es que no lo sabía, ni tampoco otros empleados, “porque eso lo maneja un personal de seguridad que ya se había retirado con el dinero”; dijo Ramón Pestana, uno de los dueños. A las 7:30 de la noche ingresaron tres sujetos a la panadería, fueron directamente al segundo nivel -donde estaba Pérez con el charcutero-, lo que hace suponer que estaban dateados. Abajo quedaron cuatro empleados atendiendo a la clientela. Los maleantes golpearon y torturaron al encargado, para que les dijera dónde estaba el dinero, pero no pudo ayudarlos. En un esfuerzo por saberlo, bajaron con el charcutero, a registrar, y tampoco encontraron nada. Pérez aprovechó el descuido, llamó a un amigo y este avisó a las autoridades. Los criminales volvieron para golpear a Pérez Rueda, le dieron un cachazo en la cabeza, le taparon la boca y la nariz, ocasionándole la muerte por asfixia mecánica.

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