Por Franz J. T. Leea actual relación apocalíptica mundial entre la naturaleza y la sociedad, el Trabajo capitalista, de hecho, la alienación en sí misma, tal como se expresa ahora en Gaza, no es el castigo del "pecado original”, tampoco es el resultado de los slavócratas, los autócratas, los aristócratas, los demócratas y los tecnócratas, que accidentalmente se encuentran en el lado "negativo” o “malo” de la revolución social y de la emancipación humana. Además, es absurdo tratar de convencerlos con argumentos éticos y humanitarios que la guerra es un negocio malo e inhumano. Del mismo modo, no es un crimen capital o cardinal, cuando algunos miembros de la pequeña-burguesía o de la agonizante clase media de repente ven la luz, llegan a "razón" y deciden cometer suicidio de clase y meterse con las fuerzas revolucionarias y emancipatorias de la historia.
Muchos Judíos en todo el mundo, practicantes de su religión o no, están en contra de lo que está actualmente ocurriendo en Gaza, por ejemplo, Noam Chomsky. Pero muchos de los árabes en Egipto, Arabia Saudita o Jordania también apoyan la invasión de Gaza. Esto no es una cuestión de raza, una "guerra racial", un espejismo del apartheid, es más bien parte de una lucha de clases, en la que inexorablemente batallan el capital contra el trabajo, la barbarie contra el socialismo. Fuera de este contexto, al margen de la lucha de clases, de un socialismo mundial todavía posible, este conflicto no puede resolverse.
Todo esto no es simplemente un asunto lógico-formal, normativo, ético, una constelación "amigo-enemigo", un conflicto de apartheid entre árabes e israelíes. Lo que está sucediendo en Gaza en este momento, no es necesariamente una guerra o una invasión, sino una prueba de lo peor que está por venir, es simplemente la práctica del genocidio típico capitalista e imperialista; y, a causa de sus intereses de clase mundiales corporativos, de manera directa e indirectamente, muchos señores de la guerra americanos, europeos, árabes y otros también están participando en estas abominables masacres de mujeres y niños inocentes. Toda la historia de la acumulación de capital, que de paso se originó en esa región, está llena de millones y millones de víctimas de la explotación, la dominación, la discriminación, el genocidio y la alienación. Estas víctimas ... y aquellas que faltan de morir en el futuro como víctimas de la guerra nuclear de baja intensidad ... agarradas de las manos podrán llegar hasta la luna o darle vuelta a la tierra por el ecuador varias veces.
Bueno, si esto no es terrorismo, entonces ¿qué es la humanidad, la libertad, la igualdad, la fraternidad, la paz, la justicia, la democracia, la civilización, la cultura y la religión?
Podríamos contar los muertos, tratar de ayudar a los palestinos a cavar sus fosas comunes, nuestras opiniones sobre el motivo de esta carnicería humana pueden diferir, sin embargo, una cosa está clara: para los países productores y vendedores de armamentos bélicos para Israel, como Brasil, Sudáfrica, Rusia o los EE.UU., la guerra es un gran negocio y el gran negocio es la guerra, una de las transacciones más rentables en la era de la globalización.
¿Y cuál es el valor de uso de dichas mercancías beligerantes, de las armas de destrucción masiva, como las municiones con uranio empobrecido o las bombas de fósforo blanco? Por supuesto, se producen para el mercado internacional, para que las élites "amantes de la paz" las venden, a realizar y aprovechar al máximo su capital y beneficios, para que hagan ganancias extra, para que produzcan más aviones de combate, más Scramjets volando a Mach 7, más "madres de todas las bombas" ... para que se utilicen en Gaza, Irak, Afganistán, Líbano o Colombia, en las guerras, ... y, en las guerras se matan a las personas y se causan "daños colaterales", se matan mujeres y niños inocentes sin piedad. Esta es la violencia estructural, este es el verdadero rostro de la "democracia" capitalista, esto es globo fascismo orweliano.
Además, no todos los miembros de las clases sociales bajas, no todos los sectores de los trabajadores, del campesinado o proletariado moderno son "ángeles" o "vacas sagradas". Muchos de ellos son víctimas del control mental o físico, de la alienación. Asimismo, la Organización de Liberación de Palestina, la OLP, o actualmente el Hamas, no son necesariamente movimientos revolucionarios socialistas, de hecho, en el Medio Oriente no existe una resistencia coordinada para la liberación contra el apartheid de la esclavitud salarial y el imperialismo corporativo.
Sí, esos momentos de crisis, de revolución social, de transición, revelan la verdadera naturaleza de cualquier cosa y de todo el mundo; todos cambian hasta el pleno reconocimiento. Además, en la época de transición de la producción capitalista hacia la creación socialista, aunque el nivel de percepción natural, el grado de pensamiento social y la dimensión de la excelencia histórica son decisivos para un eventual éxito humano, aún, en el actual nexo global, globalizado, igual, desigual, combinado y del “ni-ni” de las relaciones revolucionarias y emancipatorias, no estamos exentos de hacer, pensar y superar todas las relaciones actuales de explotación, dominación y discriminación, todo de, por y para nosotros mismos, no sólo aquí y ahora, sino en cualquier lugar, en cualquier momento y de cualquier modo.
Por último y en honor a los jóvenes griegos que siguen protestando contra la miseria de la globalización europea, en solidaridad con los "condenados de la tierra” en Israel y en Gaza, vamos a enlazarnos con la antigua sabiduría. En cuanto a esfuerzos tan sagradas, como la praxis, la teoría y la sabiduría, ab ovo usque ad mala, los hylozoistas de la Grecia antigua habían generado y alimentado la Ciencia, la Filosofía y la Sabiduría. La sabiduría humana revolucionaria, el latido del corazón de la emancipación, la creatividad y la creación, no tiene nada que ver con el homo homini lupus sanguinario – sino vino y todavía viene de la Magna Mater, de Gaia, de Pythia, de Minerva y su Búho, de Mama Pancha, de la Madre Naturaleza, de la Madre Tierra.
Por lo tanto, en Gaza, ¡detengan el asesinato de la Madre Tierra y sus hijos ahora!
Franz J. T. Lee
franz@franzlee.org.ve
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