La posibilidad de una alianza entre Rusia y Cuba revive recuerdos de tensión y miedo en el centro del continente americano. De una época en que la paz mundial estuvo en vilo y se jugó en el centro de las Américas durante la crisis de los misiles que instaló Moscú en Cuba, en octubre de 1962, única y solo posible bajo las superadas condiciones de la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, en la segunda mitad del siglo pasado. Sin embargo, los eventos de las últimas semanas, y las declaraciones de funcionarios en Rusia y Cuba han vuelto a revivir un fantasma que se creía extinto: el de una guerra fría jugándose en plenas aguas del Caribe. Ese, precisamente, es el título de un artículo en la última edición de la revista Time en la que explora el escalofriante escenario. Dos eventos de la semana pasada -aislados entre sí- desataron los rumores nuevamente. El primero arrancó en la prensa rusa cuando el diario moscovita Izvestia informó que Rusia había llegado a un acuerdo con La Habana para usar a la isla como punto de reabastecimiento de combustible para sus bombarderos con capacidad nuclear. Simultáneamente, la agencia de noticias Novosti citó a un general ruso advirtiendo que los bombarderos, de hecho, ya están aterrizando en Cuba. Ese mismo general explicó que la movida rusa buscaría encontrarle una respuesta militar a la decisión estadounidense de construir bases anti misiles en República Checa y Polonia y la expansión de la OTAN a países que Moscú considera de su órbita de influencia.
31 julio 2008
Acercamientos de Rusia con Cuba y Venezuela generan nerviosismo en Estados Unidos
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