LA GUAYANA REAL/Ismael A. Hernández F. (*)

El estado Bolívar está viviendo su peor crisis. La acción de gobierno deja mucho qué desear. La protesta callejera se ha convertido en el mejor medio de la comunidad para manifestar su incomodidad (la palabra correcta es otra) aun cuando entendemos que causa cierto malestar, debemos aceptar que es la falta de respuesta de las autoridades ¿competentes? Lo que los obliga a apelar a este tipo de decisiones.
El pueblo protesta por las deficiencias en el servicio de electricidad, a cada momento falla y al reiniciarse daña los artefactos del hogar adquiridos con tanto esfuerzo. La irregularidad cada día aumenta afectando, sin distinciones, todas las urbanizaciones y barrios de la ciudad. También se han hecho sentir protestas por la inseguridad, y no es para menos, las cifras de muertos, heridos, robos, atracos y delitos de todo tipo que nos dan a conocer los diferentes medios de comunicación social hablan de una delincuencia que se soltó el moño. Las autoridades están manos arriba y, lo más grave, muchos de esos delitos son cometidos (¿tendremos que decir presuntamente?) por quienes debían ocuparse de nuestra seguridad. ¡¡¡Agentes de seguridad!!!