15 junio 2008

El desequilibrio obliga a Chávez a una alianza con el gran capital

El miércoles de esta semana Hugo Chávez se sentó frente a los presidentes de las grandes empresas del país, bancos, alimentos, construcción, mencionándoles públicamente como 'queridos empresarios venezolanos' y proponiéndoles insistentemente 'una alianza estratégica nacional productiva', en la que todos deberán 'jugar duro, con responsabilidad, con compromiso, con seriedad'. Con este paso el líder de la revolución bolivariana restablece las relaciones con el gran capital, rotas desde el paro empresarial de 2002-2003, e inicia un giro estratégico en medio de una creciente inflación, que impacta con fuerza a los pobres, y señales evidentes de que la economía pierde impulso pese al salto inimaginable del petróleo. Lás allá de la urgencia por detener la tendencia negativa es palpable que entre 2004 y 2007 el proceso revolucionario trató de construir un modelo alternativo que muestra pocos avances y, al menos por ahora, no permite enfrentar un desajuste que revive el tema de los problemas estructurales de la economía, como la escasa inversión.



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