03 marzo 2008

El Chiste de Uribe

La verdad es que, si no fuera por lo trágico de la situación, habría que reírse ante lo infantil de las estrategias del binomio Estados Unidos-Colombia. Hasta un niño de cinco años podría imaginar la declaración del gobierno colombiano, luego de la retirada de embajadores por parte de Ecuador y Venezuela.

No es de sorprender que el gobierno colombiano, siguiendo al pie de la letra las instrucciones emanadas del norte, pretenda mostrar ante la ONU y ante la OEA las pruebas de la conexión entre Hugo Chávez y las FARC. Y digo que produce risa semejante planteamiento, no porque pretenda yo convertirme en defensor del presidente venezolano, sino porque resulta infantil pensar que un dirigente de las FARC conserve en una computadora portátil las pruebas de la supuesta implicación de los gobiernos de Ecuador y Venezuela.

Estamos hablando del grupo armado más grande y mejor organizado de América. Estamos hablando del grupo armado que por más de cuatro décadas ha mantenido a los diferentes gobiernos colombianos en zozobra. Estamos hablando de un líder guerrillero al que para darle muerte tuvo el gobierno de Colombia que recurrir a la ayuda de su jefe del norte, con toda la tecnología que eso implica y a quien no fueron capaces (o no quisieron) apresar sino asesinar, por aquello de que los muertos no hablan.

¿Pretende el gobierno colombiano y su patrón del norte hacernos creer que la dirigencia de semejante ejército, como lo es las FARC, es tan inocente como para conservar en una computadora portátil informaciones que pudieran comprometer a supuestos aliados? Hay que ser iluso o pensar que los demás lo son para pretender semejante ardid. No hay nada más fácil que armar un expediente a un muerto, en ello tiene mucha experiencia el patrón del norte.

Ahora pretenderán justificar lo injustificable: La violación flagrante a la soberanía de Ecuador. Emergerán mil excusas como el tan cacareado “derecho a la legítima defensa” puesto tan en boga por el cowboy de La Casa Blanca y tan fielmente ejecutado por Israel y Colombia para avalar con ello el total y absoluto irrespeto a los organismos internacionales, al derecho internacional y por sobre todo, al sentido común. Vendrá luego la guerra preventiva y paremos de contar cuantas barbaridades más en nombre de una supuesta lucha contra el terrorismo que no ha producido otro fruto que la siembra de muerte y desolación en todos y cada uno de los rincones del planeta donde se ha aplicado.

La protesta ante tamaña irracionalidad debe ser contundente de parte de los miembros de la comunidad internacional. Colombia debe circunscribirse a su propio territorio en esta guerra intestina que afecta también a sus vecinos. No puede Colombia abrogarse el derecho a invadir otro país so pretexto de su lucha.

Sin embargo, en Venezuela, tierra donde lo inverosímil es posible, la muy patriota oposición se ha reunido para manifestar su desacuerdo ante las medidas tomadas por el presidente Hugo Chávez. Claro, olvidé mencionar que el patriotismo de esa oposición es hacia la bandera de las barras y las 50 estrellas. Para ellos es totalmente aceptable y hasta plausible el que Colombia viole la soberanía patria.

Que tristeza Simón, tanto sacrificio para darnos la libertad y ahora resulta que los mismos que mataron al “Sol de América” buscan acabar con tu obra contando con el beneplácito de quienes gritan loas al monarca de aquellos a los que sacaste a patadas de estas tierras, contando con el apoyo de aquellos a los que muy certeramente señalaste como “marcados por la providencia a plagar a América española de hambre y miseria en nombre de la libertad”. Más de un siglo ha pasado y la historia se repite, Colombia nunca quiso la unión latinoamericana y tu no has podido bajar tranquilo al sepulcro.

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