El problema es Chávez

El grave problema que tiene el estado no es el gobierno regional, es Chávez. La tragedia que viven los pueblos de Anzoátegui no son los alcaldes rojos, nuestra tragedia es Chávez. Nuestros problemas de inseguriadad, de crisi educativa y asistencial, no es de la responsabilidad de nuestros gobernantes torpes e incapaces, es la de un presidente que hace las veces de gobernador, de alcalde y hastya de emisario de cualquier pueblo de Venezuela.

Su paquetazo es consecuencia de esa concepción nepótica de administrar y dirigir al país. Chávez, paso a paso, está controlando todo y todo lo que quiere tener en su puño personalista y militarista. Lo último, lo contemplado en una de las leyes del paquetazio, se reserva el 80% de los ingresos petroleros, dejando sólo el 20% para los municipios y gobernaciones sólo para asfixiarlos y para que todos dependan de él.

Pero pareciera que esta realidad no lo percibe la dirigencia política anzoatiguense, más interesada en sus intereses personales y partidistas, que en una lucha unitaria por darle un parao a sus afanes hegemónicos de poder. No han llegado a entender que frenar a Chávez pasa por arrebatarle, el 23 de noviembre, varias gobernaciones y muchísimas alcaldías. Sus egos subdimensionados les han impedido observar la traiste realidad nacional y, por ello no lo entienden, que ganando Chávez el 23 de Noviembre nadie lo parará en su objetivo mayor, ese, el de su reelección indefinida en la presidencia de la república.
En consecuencia, la proliferación de candidatos tanto para la gobernación del estado, alcaldías y Consejo Legislativo regional, es la mejor manera de ayudar a Chávez a que se mantega el poder y siga haciendo con este país lo que le da la gana. Es evidente que persistiendo el actual cuadro candidatural para la gobernación del estado, nadie impediría la reelección del actual gobernador. Para las alcaldías el cuadro es peor y si no revisamos el virus candidatural, hasta algunas alcaldías el cuadro es peor y si no revisamos el virus candidatural, hasta algunas alcaldías en manos opositoras las vamos a perder.

Por consiguiente, se impone una profunda reflexión en la dirigencia política regional y en esos candidatos. El mismísimo Gustavo Marcano está obligado a dar pasos para conciliar posturas, abrir caminos para fortalecer la unidad opositora, también deberá entender que un secuestro, por parte de las organizaciones políticas de su candidatura, en nada lo beneficia, y por último Antonio Barreto está obligado a darle adecuada lectura a su responsabilidad en el logro unitario y darle soltura a su condición de líder en la región. Todavía queda tiempo para un entendimiento unitario global, pero dejarlo para muy tarde, sería riesgoso y hasta fatídico. Por allí anda Chávez suelto con sus candidatos, abusando del poder, violando las reglas electorales del CNE, sin que nadie pueda detenerlo y cuando comience oficialmente la campaña electoral, su descaro será peor porque él sabe que se está jugando a rosa linda. Si no nos unimos, como dijo Claudio Nazoa, todos perderemos todo.