20 agosto 2008

Chávez acaba de darle un nuevo golpe de Estado a lo que resta de la democracia

Chávez acaba de darle un nuevo golpe de Estado a lo que resta de la democracia, a través de la Gaceta Oficial en la cual aparecieron los títulos de las últimas leyes, mas no sus contenidos. En la Venezuela de hoy denominada ''democrática'' por la Constitución vigente, en realidad es autocrática porque lo que define el carácter de un Estado no es su denominación, sino su actuación.
Fernando Chumaceiro/Ex alcalde de Maracaibo
Como lo afirma el magistrado Pedro Rondón Hazz, ''si se sacan la supremacía constitucional y el principio de legalidad del orden democrático se decreta la muerte del estado de derecho'', porque si el derecho carece de objeto no podría considerarse democrático un Estado en el cual los poderes públicos nacionales están subordinados al Presidente de la República.

No puede creerse que vivimos en una sociedad democrática, y un Estado descentralizado y de justicia federal, cuando el Presidente haciendo su voluntad se dispone a designar ''a dedo'' una nueva instancia administrativa como serían los vicepresidentes, por encima de gobernadores elegidos popularmente ¿Qué clase de democracia es ésa?

Los pueblos al igual que los hombres tienen dignidad y el primer deber de un servidor público, sea presidente de la República, es respetar la dignidad de los ciudadanos, ya que es el Presidente quien está al servicio del pueblo. El presupuesto nacional no es un tesoro para repartir según el proyecto político del Presidente, y a juzgar por la forma como se formula, se discute y se aprueba en la Asamblea Nacional y cómo se ejecuta desde el Poder Ejecutivo, Venezuela cada vez se parece más a una pulpería que a una nación.

De niño escuché decir que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen. No estoy de acuerdo con esa afirmación. Las clases dirigentes entre las cuales tendría que incluirme como servidor público, que fue durante muchos años -tenemos los gobiernos que nos merecemos, pero no el pueblo, que es más bien víctima inocente de todos los malos gobiernos que el país ha tenido a lo largo de su historia.

En medio siglo de democracia no hay, que se sepa un corrupto, ni del presente ni del pasado, que haya sido encarcelado por los malos manejos de la administración pública. Me pregunto si es que existe una especie de cámara de compensación de la corrupción administrativa que compense unos delitos con otros.

No basta con elegir gobernantes cada cierto tiempo para que un país pueda considerarse democrático. La concentración del poder es el cáncer de los pueblos que desean vivir en democracia. En Venezuela hay elecciones, pero no hay democracia porque todos los poderes públicos nacionales se han concentrado en una sola corriente política. Mientras el país no regrese a una auténtica democracia, no podrá decirse que hay plena libertad, ni justicia ni desarrollo.

Fernando Chumaceiro
chumaceirogonzalez@cantv.net

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